No, la medicina alternativa es un auxiliar en los tratamientos que el paciente pueda estar tomando y no están contraindicados en ningún caso debido a su seguridad y nula reacción o efecto adverso. La medicina alternativa ayuda a fortalecer tu sistema inmune y regula la acidez de tu cuerpo para su óptimo funcionamiento.
La uveítis es la inflamación de la capa media del ojo, situada entre la esclerótica por fuera y la retina por dentro, que afecta al iris, cuerpo ciliar, la pars plana y/o la coroides. A veces, por extensión, puede afectar también a la retina.
Los síntomas generales de las uveítis son, dolor y enrojecimiento oculares y pérdida de visión en diferentes grados pueden variar según la zona de la úvea que esté afectada: anteriores, intermedia, posteriores y panuveítis.
La uveítis puede estar causada por trastornos autoinmunitarios como la artritis reumatoidea o la espondilitis anquilosante, infección o exposición a toxinas. Sin embargo, en muchos casos, la causa se desconoce.
Existen muchas formas diferentes de enfermedad de Chron, que incluyen:
La historia clínica y exploración oftalmológica describirán y clasificarán la uveítis en doce patrones clínicos, con medidas de actividad y remisión. Cada uno de esos patrones clínicos se asocia con más frecuencia a unas enfermedades en particular.
Es muy importante establecer un diagnóstico firme porque ahorra una peregrinación en busca de diagnósticos o tratamientos, mejora la ansiedad que produce encontrarse mal sin saber por qué y permite fijar objetivos realistas.
El tratamiento depende del estado de gravedad del paciente. El tratamiento más común es el uso de colirios para aliviar la inflamación. Si la uveítis es el resultado de una infección, puede ser necesaria la prescripción de antibióticos o antivirales.
Las posibles causas de la uveítis son: una infección, lesión o enfermedad autoinmunitaria o inflamatoria. Muchas veces no se puede identificar la causa. La uveítis puede ser grave y provocar la pérdida permanente de la visión.
La inflamación de la úvea puede afectar a la córnea, la retina, la esclera y otras partes vitales del ojo. La inflamación de esta capa, uveítis, puede afectar de forma irreversible a la visión, ocasionando ceguera.
Para prevenir la Uveítis Infecciosa es importante mantener una excelente alimentación, así como lavar muy bien con agua y jabón las frutas y verduras que habitualmente se consumen, además de que la carne debe estar perfectamente cocinada.
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