No, la medicina alternativa es un auxiliar en los tratamientos que el paciente pueda estar tomando y no están contraindicados en ningún caso debido a su seguridad y nula reacción o efecto adverso. La medicina alternativa ayuda a fortalecer tu sistema inmune y regula la acidez de tu cuerpo para su óptimo funcionamiento.
Es una forma de artritis crónica. Afecta principalmente a los huesos y las articulaciones en la base de la columna, donde ésta se conecta con la pelvis. Dichas articulaciones resultan inflamadas e hinchadas. Con el tiempo, las vértebras afectadas se pueden unir. Es una enfermedad autoinmune reumática crónica con dolores y endurecimiento paulatino de las articulaciones de origen desconocido. Aparece entre los 20 y 40 años, y mayormente en hombres. La espondilitis anquilosante es una enfermedad crónica. Su diagnóstico se puede presentarse entre uno y tres años.
La espondilitis anquilosante puede provocar diversos síntomas pero normalmente incluyen:
Aún se desconocen las causas de esta afección, pero se ha comprobado que las personas con un gen concreto (HLA-B27) tienen más probabilidades de desarrollarlo.
No existe ningún tratamiento específico para curar la espondilitis anquilosante ni tampoco para revertir los daños causados por ella. No obstante, existen algunos tratamientos para mitigar su progresión y también prevenir su desarrollo.
Factores de riesgo:
Durante un examen físico, el profesional de la salud puede pedirte que te inclines en diferentes direcciones para evaluar la amplitud de movimiento de la columna vertebral. Tambien puede intentar reproducir el dolor presionando sobre partes específicas de tu pelvis o moviendo tus piernas para ponerlas en una posición específica. Inclusive puede pedirte que respires profundo para corroborar si tienes dificultad para expandir el pecho.
Diagnóstico por imagenes
Las radiografías permiten que los médicos identifiquen cambios en las articulaciones y huesos, aunque los signos visibles de la espondilitis anquilosante pueden no presentarse al principio de la enfermedad.
Tambien se pueden usar resonancias magnéticas ya que usan ondas de radio y un campo magnético potente para brindar imágenes más detalladas de los huesos y los tejidos blandos. Las imágenes por resonancia magnética pueden revelar evidencia de la espondilitis anquilosante al comienzo de la enfermedad.
Análisis de sangre
Mediante un análisis de sangre se puede detectar el gen HLA-B27. Sin embargo, muchas personas que tienen ese gen no tienen espondilitis anquilosante y se puede tener la enfermedad sin tener el gen. Por lo tanto, los exámenes de sangre no son contundentes, solo brindan indicios al médico para el diagnóstico apropiado.
El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y la rigidez, así como prevenir o retrasar las complicaciones y la deformidad de la columna vertebral. El tratamiento de la espondilitis anquilosante es más exitoso antes de que la enfermedad cause daño irreversible.
Medicamentos para la espondilitis anquilosante
Los antiinflamatorios no esteroides como el naproxeno y el ibuprofeno, son los medicamentos que los médicos utilizan mayormente para tratar la espondilitis anquilosante. Estos medicamentos pueden aliviar la inflamación, el dolor y la rigidez, pero también pueden causar problemas de sangrado gastrointestinal.
Terapia
La fisioterapia es un elemento muy importante del tratamiento y puede proporcionar varios beneficios, desde el alivio del dolor hasta la mejora de la fuerza y la flexibilidad. Un fisioterapeuta puede indicar ejercicios específicos para tus necesidades. Para ayudar a mantener una buena postura, te pueden indicar lo siguiente:
Cirugía
La mayor parte de las personas con espondilitis anquilosante no necesitan cirugía. Se puede recomendar la cirugía si tienes dolor intenso o si una articulación de la cadera está tan dañada que debe reemplazarse.
En general, el pronóstico de la espondilitis anquilosante es bastante bueno; los pacientes no presentan síntomas gracias a los tratamientos biológicos. Aun así, la espondilitis genera un deterioro de la calidad de vida de aquellos no diagnosticados o diagnosticados tardíamente. La enfermedad tiene peor pronóstico cuando comienza a edades más tempranas. Las mujeres suelen presentar mejor evolución que los hombres.
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