No, la medicina alternativa es un auxiliar en los tratamientos que el paciente pueda estar tomando y no están contraindicados en ningún caso debido a su seguridad y nula reacción o efecto adverso. La medicina alternativa ayuda a fortalecer tu sistema inmune y regula la acidez de tu cuerpo para su óptimo funcionamiento.
La demencia es un conjunto de pensamientos y síntomas sociales que interfieren con la vida cotidiana. La demencia no es una enfermedad específica, sino un grupo de trastornos caracterizados por el deterioro de al menos 2 funciones cerebrales como la memoria y la razón.
Los síntomas incluyen olvidos, aptitudes sociales restringidas y razonamiento tan limitado que interfiere en las actividades diarias. Las personas pueden sufrir:
Una de las principales causas es la pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades. Esto afecta a una o más funciones cerebrales como la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio o el comportamiento.
Las demencias a menudo se agrupan por lo que tienen en común, como la proteína o proteínas depositadas en el cerebro o la parte del cerebro que se ve afectada. Algunas enfermedades se parecen a las demencias, como las que se producen por una reacción a medicamentos o deficiencias vitamínicas, y podrían mejorar con el tratamiento.
Demencias progresivas
Los tipos de demencia que progresan y no son reversibles incluyen los siguientes:
Aunque no se conocen todas las causas de la enfermedad de Alzheimer, los expertos saben que un pequeño porcentaje está relacionado con mutaciones de tres genes, que pueden transmitirse de padres a hijos. Si bien son varios los genes diferentes que probablemente están implicados en la enfermedad de Alzheimer, un gen importante que aumenta el riesgo es la apolipoproteína.
Los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen placas y ovillos en el cerebro. Las placas son grupos de una proteína llamada beta amiloide, y los ovillos son ovillos fibrosos compuestos de proteína tau. Se cree que estos grupos dañan las neuronas sanas y las fibras que las conectan.
Los síntomas más comunes de la demencia vascular incluyen dificultades para resolver problemas, lentitud del pensamiento y pérdida de la concentración y organización. Estos tienden a ser más notorios que la pérdida de memoria.
Los signos y síntomas comunes incluyen actuar físicamente los sueños durante el sueño, ver cosas que no existen (alucinaciones visuales) y problemas con la concentración y la atención. Otros signos incluyen movimientos lentos o descoordinados, temblores y rigidez (parkinsonismo).
Otros trastornos vinculados con la demencia
Dependiendo de la parte del cerebro que esté lesionada, esta afección puede causar signos y síntomas de demencia, como depresión, explosividad, pérdida de memoria y deterioro del habla. La lesión cerebral traumática también puede causar parkinsonismo. Es posible que los síntomas no aparezcan hasta años después del trauma.
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob generalmente no tiene una causa conocida, pero puede ser hereditaria. También puede ser causada por la exposición a tejido cerebral o del sistema nervioso afectado por la enfermedad, como un trasplante de córnea.
Para diagnosticar la causa de la demencia, el médico debe reconocer el patrón de pérdida de habilidades y funciones, y determinar qué es lo que una persona todavía es capaz de hacer. Recientemente, se cuenta con biomarcadores para hacer un diagnóstico más preciso de la enfermedad de Alzheimer.
Los medicamentos y la terapia pueden ayudar a controlar los síntomas. Algunas causas son reversibles.
El tratamiento consiste en actuar sobre la causa que origina la demencia, cuando se conoce. El tratamiento depende del estadio en que se encuentre la enfermedad.
El tratamiento, tanto el farmacológico como el no farmacológico, tiene como objetivo disminuir los síntomas y, en algunos pacientes, retrasar discretamente el deterioro.
Hay que saber, que cuando hay destrucción o deterioro de las células del cerebro estas no se pueden recuperar. En el momento actual no existe ningún tratamiento que detenga el daño progresivo de las neuronas pero sí que permite estabilizar la enfermedad durante algún tiempo.
Es importante tratar otros síntomas a medida que estos vayan apareciendo: la depresión, la apatía, el insomnio y los trastornos de conducta.
En el tratamiento de la demencia interviene todo el equipo de profesionales que atienden esta patología, los profesionales médicos, los de enfermería, los trabajadores/as sociales y/o los psicólogos/as. Es un abordaje integral y dirigido tanto a los pacientes como a las familias con quien conviven.
El tratamiento farmacológico
No existe ningún tratamiento que frene o modifique la evolución de la enfermedad. Hay medicamentos que ayudan a paliar de forma temporal los síntomas.
Los medicamentos que tratan la enfermedad de origen y ayudan a enlentecer el deterioro cerebral son los inhibidores de la acetilcolinesterasa. Actualmente se utilizan tres fármacos: rivastigmina, donepezilo y galantamina. Se utilizan en personas con la enfermedad de Alzheimer de grado ligero a moderado. En grados más avanzados de la enfermedad de Alzheimer se emplea otro medicamento, la memantina, sólo o junto con los anteriores. Los efectos secundarios comunes a estos fármacos son gastrointestinales: náuseas, vómitos y diarrea.
Así mismo, se utilizan fármacos que alivian los síntomas que producen cambios en el comportamiento. En función de los síntomas predominantes y la fase de la demencia, se emplearán distintos grupos de psicofármacos, como ansiolíticos, antidepresivos, neurolépticos y antiepilépticos.
El tratamiento no farmacológico
Consiste en un conjunto de actividades que se realizan bien en grupo, en un ambiente de ocio, o de forma individual, mediante técnicas complementarias que trabajan las funciones cerebrales perdidas a la vez que intentan potenciar y conservar las que aún se mantienen.
Las técnicas se basan en ejercicios de memoria, de habilidad motora, de reconocimiento de actividades habituales, ejercicios del lenguaje, lectura, escritura, entre otros. Todo ello ayuda a controlar los síntomas y constituyen una parte fundamental del tratamiento de todos los pacientes con demencia.
Los objetivos del tratamiento no farmacológico son:
Según las nuevas directrices publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), practicar ejercicio físico de forma regular, no fumar, evitar el uso nocivo del alcohol, controlar el peso corporal, seguir una dieta sana y mantener la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol en niveles adecuados son la mejor manera de prevenir demencia.
Si deseas una consulta en línea con unos de nustros médicos, presiona el siguiente botón para visitar nuestro sitio web www.virtualmedical.com.mx
Visitar Sitio